Las centrífugas se utilizan ampliamente en las industrias química, farmacéutica, alimentaria y medioambiental, logrando la separación sólido-líquido mediante rotación a alta velocidad. Con un rendimiento estable e ingeniería de precisión, mejoran significativamente la eficiencia de la separación, reducen el consumo de energía y se adaptan a una variedad de características de los materiales.